Ame

Hace un tiempo hablaba de melancolía, pero de melancolía futura.

Pienso ahora en la melancolía pura.

Al contrario de lo que muchos creen por lo que sienten con este sentimiento, creo que tener melancolía es bueno.

Significa que has vivido algo tan bueno, tan maravilloso, que merece ser siempre recordado con mucha intensidad.

Significa que has pasado cosas fantásticas ¿no?

London Eye & Támesis

Y aunque haya lágrimas de impotencia por no poder volver a vivir todo eso, pienso en sonreír, en recordar todo lo que merece ser recordado, que por suerte no es poco. De que esos momentos vivan aún, porque nada muere si alguien piensa en eso, si lo mantiene en su memoria.

¡Ah la memoria humana! ¡Qué tenaz es en ocasiones y que voluble es en otras!

Si alguien mirase mi corazón diría que no es muy agradable, lleno de agujeros, de pedazos sin relleno.

Deben saber que estoy orgullosa de él, que es un corazón muy bonito, físicamente hablando (dejémoslo allí).

Cada pedazo de corazón faltante es porque lo tienen cada una de las personas que han pasado por mi vida y ha grabado su nombre en ella. 

Cachos más grandes o más pequeños.

Cada hueco en mi órgano vital es una persona mas en mi mente, una persona responsable de él, añadida a mi  melancolía. Por eso los considero tan bonitos a esos pedazos sin carne.

Menuda metáfora.

No les olvido, les tengo demasiado marcados.

Por eso es bueno sentir melancolía. Pensándolo así, es uno de los sentimientos más bonitos, aunque también es verdad que es de los más sufridos.

Es algo ambivalente, ambiguo.

Sinceramente