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jueves, 23 de febrero de 2012

Ame

Cuando sonries y miras hacia abajo, a veces tocándote la frente, avergonzada de tu sonrisa, para ti imperfecta, para mi la más hermosa del mundo

Cuando te concentras en algo, como te pones seria y finas arrugas aparecen en tu frente, balanceas el lápiz en tus dedos y a veces haces gestos extraños, únicos con tu mano.

Cuando has tenido un buen día lo noto en tu cara. Se relaja, te ves libre. Seguro que piensas en cosas buenas. En él por ejemplo. Cosas que te hacen sentir grande. Estoy seguro que saboreas cada paso firme que das en esta tierra, y te maravillas ante todos los movimientos que tu pelo y el viento son capaces de sincronizar. Ries sin motivo, lo que te hace aún más bonita. Parece que saldrás a volar. En estos momentos corres por la carretera, por las aceras, intentándolo, sintiéndote capaz de despegar de un momento a otro.

Sin embargo hay días en los que lloras. Tienes distintos tipos de llanto: rabia es cuando aprietas los puños y hablas en ocasiones sola. Tristeza es cuando se te abren los ojos y metes los labios hacia dentro, soltandolos en cada suspiro. Frustración cuando te cubres la cara. Sin hacer más ruido. En ocasiones te duele el alma y respiras con fuerza por la boca. Muero en esos días en los que tu dicha está enferma.

A veces observo como te alejas, y yo sin ser capaz ni de decirte mi nombre.

Eres como querer atrapar el tiempo. Y sé, que si fueras mia, tenerte sería tan absurdo como el humano que un día creyo que creando un reloj encerraria el tiempo.

Pero hace días que te has ido.
Tus años de colegiala los has dejado atrás. Una silla vacia, una mesa más. Ya no corres en la calle al salir del instituto cuando estás feliz, ni lloras cuando estás deprimida. A pesar de eso, al mundo no parece importarle. Muchas personas siguen pasando sin saber, que la magia del lugar se ha perdido porque tu ya no estás. Y yo, como el zoquete del reloj, intento retener tus recuerdos, las facciones de tu cara, intentándolas plasmar en un papel que, como todos sus anteriores hermanos morirá en una vulgar papelera de plástico.

Eterna adolescente en mi memoria.
Soñador,como el humano que un día creyó poseer el tiempo.

Sinceramente





miércoles, 22 de febrero de 2012

Ame

- ¿Por qué lloras niña?

Esther ha comenzado a llorar sentada en una acera

- No lo sé. Lloro de pena, lloro de felicidad. Este mundo es lo más hermoso que puede haber, pero a la vez no deja de dañarnos. Cada día no nos damos cuenta pero luchamos batallas encarnizadas. Cada uno con sus problemas, cada uno cargando los problemas más grandes del mundo. Amo a lo humanos, pero a la vez los odio. Efimeros y egositas, sorprendentes en todos sus aspectos, reconfortantes y a la vez tan frios. Nunca te miraran si te paras en medio de una gran masa de gente. Porque todos vemos lo que queremos, intentando que sean cosas que hagan de nuestras vidas un lugar mejor y no nos lo dificulten aún más. Lloro porque siento el peso de un mundo que se desmorona algunos días, como nosotros.


Esther mira a su alrededor: se ha quedado sola

Y observa como su estúpido discurso vuela hacia el lugar donde van todas las palabras que nunca importan, todas las lágrimas que no son atendidas, todos los gritos que no son escuchados

Sinceramente

martes, 21 de febrero de 2012

 Ame

Llevas ese ajustado vestido y los labios bien pintados.
Eres una mujer y llevas el signo de la madurez en cada detalle de tu cuerpo

"Deja de ser tan niña"
"Eso no lo hacias ni de pequeña"
"¿Con la edad que tienes?"
 "Madura"
"Tienes que pensar en el futuro"
"Ya no eres una chiquilla"
"Sé más responsable"
"Te comportas como un crío"

Vivimos nosotros en una etapa dificil. Demasiado mayores para ser niñas, demasiado jóvenes para ser mujeres

La infancia nunca se pierde, solo aguarda volver a salir

Sinceramente