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sábado, 27 de noviembre de 2010

Ame

Estaba desnuda en el cuarto de baño, esta vez de espaldas al espejo.
Tenía la mano izquierda apoyada en el manillar y dudaba si abrir
Era una duda estúpida, pero una duda después de todo.

Al final me armé de valor y abrí la puerta un poco, lo suficiente para que una fina linea de luz iluminase una franja de la habitación como única claridad aparte del reloj, que mostraba con color rojo las 00:44.

Sabía que ella estaba despierta.

- ¿Mamá?.
-Mmm.

Silencio.

Te Quiero.

Silencio.

Yo también hija, yo también.

Cerré la puerta del baño con cuidado y encendía la ducha.
Alguna gota de agua que no pertenecía a ésta se coló también el el desagüe.

Era uno de los "Te Quiero" más auténticos y profundos que había dicho en mi vida.

Sinceramente
Ceres y Perséfone

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