A lo largo de mi vida no he tenido a nadie que me haga sentir completa.
Supongo que por eso me encerré en mi misma y poco a poco fui siendo más tímida.
Puede parecerte raro, pero siempre esperaba (era una sensación) que apareciese en mi vida alguien que pusiera en mi puzzle la última pieza. Sabía que ese momento tenía que llegar, pero no sabía cuando.
A día de hoy ya no espero nada parecido a eso.
Los sueños, esperanzas o ilusiones sólo deben abandonarse cuando ya están cumplidos. Yo intento acatar esa norma en la mayoría de los casos.
Siempre recordaré lo que sentí cuando pronuncié "Me gustas" ese recreo del 26 de Febrero de 2010. Era una certeza, un miedo y una afirmación: has encontrado a esa persona.
Recuerdo cuando ese mismo día me alejé de tu lado en el recreo corriendo. Fue la sensación más placentera que he tenido hasta hoy. Había cumplido un objetivo en mi vida. Es una explosión de bienestar, excitación, alegría y satisfacción. Lo había encontrado; te había encontrado.
Cómo dijo una amiga una vez, citando una canción: "Eres el amor de mi vida, el destino lo sabía y te puso ante mi, y cada vez que miro al pasado, es que entiendo que a tu lado siempre pertenecí."
No creo en el destino ni en el orden establecido, pero si creo que a veces las cosas ocurren con algún fin.
Es tan gracioso que me emociono ¿lo entiendes?. Toda mi vida buscando ¡Y estabas a mi lado en un aula de solfeo!. El reencontrarte allí tuvo un fin ¿no crees?. Era todo tan fácil para los dos...y nosotros como tontos complicándonos.
Eres el amor de mi vida, no sólo el hombre de mi vida. Es diferente. El hombre de mi vida es aquel que más me conviene, el que más feliz me ha hecho. El amor de mi vida es a quien me debo pase lo que pase. Tú eres ambas cosas.
No puedo creer la suerte que he tenido y no alcanzo a ver porqué me perteneces, si sólo soy una más en el mundo. Un mundo lleno de chicas ¡y te quedas conmigo!
Gracias.
Formas parte de mi de una manera increíble. Has llenado todos los huecos vacíos y yo no recuerdo cómo era vivir cuando tú no estabas. Lo siento, no lo parece pero dependo de ti más de lo que crees.
Es verdad que antes me gustaron otros chicos. Chicos de los que intentaba sacar esa esencia que me rellenaste, sin éxito.
Nunca enamorada hasta ahora.
Es increíble el hecho de acostarse con un nombre e imagen en la mente y despertar con el mismo argumento en la cabeza. No tener ojos para nadie más que no seas tú, que mi corazón sólo lo ocupes tú. Es mágico y a la vez me da miedo.
Pero me da lo mismo ese miedo. He decidido apostar. Y por todo esto pagaré gustosa.
¿Miedo? Miedo a dejar de ser algún día tu musa y volver a ser mortal, a volver a quedarme vacía y asustada, sabiendo que una nueva búsqueda seria inútil, puesto que ya encontré al hombre y amor de mi vida, y este no está conmigo.
Me acuerdo cuando tonteábamos en clase. Primero eran palabras cálidas, luego risas, más tarde abrazos por la espalda, aquellos donde me arrastrabas o me dabas vueltas contigo (momentos en los que comenzábamos a crear nuestro mundo), indirectas más tarde, arrinconamientos en la pared, el uno muy cerca del otro.
Pero cada mañana en la que te despedías en mi en el instituto, o cada despertar en mi cama, un miedo me comía: "sólo es una burbuja, hoy hará como los demás y se ira".
A veces ese miedo todavía me corroe. Un miedo tonto, pero mi miedo. Miedo que cesa cada vez que estoy contigo y que aparece a veces; cuando estoy sola, cuando no estás físicamente conmigo.
Son tantas las cosas que soñé aquel entonces para ti y para mi, casi tantas como sueño ahora...
Eres el amor de mi vida
¡Eres el amor de mi vida!
¡¡Lo eres!!
Eres lo mejor que he hecho en esta caótica vida mía, de la cual me arrepiento de poco, pues cada suceso ha hecho posible el que esté aquí contigo.
Sólo me arrepiento de algo verdaderamente.
De no haber estado contigo antes.
Sinceramente...
...y tuya
