Ame


No estaba contento con la vida que llevaba.

Todas las mañanas de los martes y los sábados salía a tender la ropa en su azotea y mirando a los pájaros suspiraba.
Iba al trabajo y en el metro hacia muecas con los labios.El humano parece un rebaño de ovejas.

Cansado de tener los pies en la tierra se compró un velero.

Le agobiaba la sociedad, la linea infinita de la rutina, el ruido del ordenador de oficina y el humo de los coches.

Y mientras el navegaba los pájaros surcaban el cielo. Y mientras el posaba sus pies en maderas flotantes, los pájaros eran los reyes del mundo.

Aquel martes dejó el barreño de la ropa mojada en casa, pero aún así subió a la azotea.
Aquel martes decidió no tender la ropa.
Aquel martes decidió no tocar el suelo.
Aquel martes decidió volar.

Y despertó.

Sinceramente