expr:class='"loading" + data:blog.mobileClass'>

domingo, 27 de marzo de 2011

Ame


Es increíble, pero es cierto.

A lo largo de nuestra vida cerramos demasiadas puertas, o lo que es peor, las dejamos entornadas, lo justo para poder recordar con melancolía.

Y aquí estoy yo, tan joven y quejándome de todas las puertas que he tenido que cerrar y entornar, cómo si no supiera todas las que me quedan.
Efectivamente no lo sé.

Es cierto, a lo largo de nuestra vida cerramos demasiadas puertas, suavemente o con un portazo, tal vez las dejamos entornadas por miedo a olvidar, por no resistirnos a perder algo que ya no existe.
Pero por cada puerta que cierro se abre ante mi una ventana con un paisaje el doble de bonito.

Sinceramente

No hay comentarios:

Publicar un comentario